La polémica sobre la función de títeres que el Ayuntamiento de Madrid incluyó en su programa de festejos de carnaval no se agota en su contenido, totalmente inapropiado para
un público infantil. También su coste económico es motivo de escándalo. No en vano fuentes municipales cifran en más de 23.000 euros el monto total de los fondos que salieron de las arcas municipales con el objetivo de contratar a la compañía de los dos titiriteros, que se encuentran ya excarcelados.
Pero no se cierra aquí el capítulo de gastos cuantiosos (y más que cuestionables) que, en los últimos tiempos, ha ordenado el equipo que encabeza la alcaldesa Manuela Carmena.
En su pretensión de limpiar el callejero de Madrid de nombres relacionados con el franquismo, fueron casi 18.000 euros los acordados para contratar a la Cátedra de Memoria Histórica de la Universidad Complutense.