
En el PP no ganan para disgustos con sus tesoreros, hasta el punto de que algunos miembros del partido ya consideran que es su talón de Aquiles. Según se rumorea, en Génova están "muy decepcionados" con Carmen Navarro, la sucesora de Luis Bárcenas al frente de la cuentas de la formación. Sus declaraciones contradictorias sobre la destrucción de los ordenadores de su predecesor llevaron al juez a imputarla.
A ello se suma el hecho de que Navarro, apadrinada por la secretaria general María Dolores de Cospedal, fue presentada como un gran fichaje, capaz de llevar a cabo una exhaustiva auditoría interna. Ésta, después de tres años, "no ha dado resultado alguno" y ahora, en Génova, hay quien reprocha a la propia Cospedal su poco tino a la hora de apostar por Navarro.