CLARÍN (ARGENTINA)
Argentina ha adoptado una decisión tan necesaria como impopular. Para liberar a las cuentas del Estado del coste que supone una de las mayores subvenciones públicas a luz del mundo, el presidente del país, Mauricio Macri, ha subido las tarifas una media del 300%.
La medida promete ser polémica, más cuando fue el propio Néstor Kirchner hace 12 años el que implantó las subvenciones para rebajar el precio de la energía. El nuevo presidente ha anunciado, no obstante, que habrá excepciones. Unos dos millones de usuarios seguirán pagando un precio subvencionado, y habrá una "tarifa social" para que hogares con dificultades especiales reciban gratis unos 150 kilovatios al mes.