Pocas horas antes de ser detenido, el expresidente de Bancaja, José Luis Olivas, no desperdiciaba su tiempo. De hecho, fue visto disfrutando de una comida, junto a su esposa e hijos, en el que es actualmente el restaurante de moda del madrileño barrio de Salamanca, el Ten con Ten.
Quienes lo observaron aseguran que hizo lo posible para pasar inadvertido, incluso eligió una de las mesas más apartadas del local, de la que no se levantó más que para marcharse. Sin embargo, Olivas contó con una inesperada ayuda para desviar la atención: el presidente de honor del PP, José María Aznar, se encontraba a esas horas en el mismo restaurante, exhibiendo una actitud completamente opuesta a la del exvicepresidente de Bankia. No en vano no tuvo ningún problema en hacerse notar, situándose casi en el centro del local, a donde se acercaron sus admiradores para pedirle autógrafos y fotos.
