
Una imagen tan impactante como la de Rodrigo Rato entrando en un coche policial no es fácil de conseguir; requiere contactos en la judicatura, no demasiado celosos de los protocolos, y saber movilizarlos.
Fuentes cercanas al caso aseguran que eso es lo que hizo el jefe de la Subdirección de Operaciones de Vigilancia Aduanera (e integrante de las listas del PSOE a la Alcaldía de Madrid), Jesús Asenjo. Cuando en la policía de Hacienda discutían cómo precipitar la detención, Asenjo propuso contactar "con un fiscal amigo suyo", dispuesto a pedir el arresto sin malgastar tiempo informando a sus superiores.
Para redondear la operación, ese mismo fiscal contaba con otro "amigo", juez en la Audiencia Provincial, que precisamente tenía guardia aquella misma tarde. Y, pese a las ansias por detener al exvicepresidente, Vigilancia Aduanera esperó pacientemente a que el juez afecto a la causa empezara su turno.