
THE WASHINGTON POST (EEUU)
Tras más de cuatro años de esfuerzos, el Gobierno de Obama ha definido las nuevas normas sobre el fracking en tierras federales. Los críticos de ambos lados comenzaron de inmediato a juzgar la medida catalogándola como demasiado dura o demasiado laxa.
Así, desde la industria se han alzado las voces al considerar esta nueva norma restrictiva en exceso ya que impide a las empresas incrementar su actividad en el fracking. Por su parte, la izquierda y los grupos de presión se quejan de la falta de limitaciones en este asunto.