Aunque Gil-Ortega aseguró que dimitía de Enresa por motivos personales, la realidad es que fue Santamaría la que le apremió a tomar la decisión. Sus malas prácticas en la adjudicación de las obras del ATC no podían continuar.
Aunque Gil-Ortega aseguró que dimitía de Enresa por motivos personales, la realidad es que fue Santamaría la que le apremió a tomar la decisión. Sus malas prácticas en la adjudicación de las obras del ATC no podían continuar.