La buena vida que se permitían los oficiales al cargo del colegio mayor militar San Hermenegildo ha hecho saltar las alarmas en Defensa. No en vano, en la residencia sevillana obtuvieron 90.000 euros, mediante facturas falsas, destinados a pagar marisco, jamón y alcoholes. Ante la impunidad con la que actuaron durante tres años, el departamento que dirige Pedro Morenés baraja inspeccionar en otras residencias el uso de sus presupuestos (y los hábitos de sus mandos).