La auditoría de cuentas anuales de Bankia, que realizó Deloitte y firmó Celma Sánchez en marzo de 2011, no detectó hasta una decena de errores contables de la entidad, que incumplían la normativa del Banco de España.
La auditoría de cuentas anuales de Bankia, que realizó Deloitte y firmó Celma Sánchez en marzo de 2011, no detectó hasta una decena de errores contables de la entidad, que incumplían la normativa del Banco de España.