LES ECHOS (FRANCIA)
La economía mundial es como un avión de pasajeros que necesita que todos los motores se hallen a pleno rendimiento. Por desgracia, solamente uno de sus cuatro propulsores está trabajando: el motor anglosajón. El segundo impulsor, el euro, se encuentra actualmente en punto muerto. Después de haber vislumbrado una ligera recuperación, en estos momentos cualquier vaivén sería suficiente para hundir a Europa en la deflación y en recesión. Del mismo modo, el tercer remolque de la economía mundial, Japón, se queda sin combustible tras de un año de estímulos fiscales y monetarios. En cuanto al cuarto propulsor, los mercados emergentes, se enfrentan a una desaceleración con consecuencias negativas para el resto del mundo. Así, la salida de la crisis será lenta.