Las negociaciones entre el Gobierno y los barones del PP para cerrar los Presupuestos 2015 que se aprueban hoy han sido más tensas de lo que se preveía. El calendario electoral agobia a los líderes regionales populares y por ello han sugerido al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que se lleve a cabo una subida de las pensiones por encima del 0,25 por ciento, lo que supondría un revulsivo para movilizar a un electorado de casi 9 millones de votantes en las autonomías en mayo. Sin embargo, para disgusto de los dirigentes autonómicos, el déficit previsto para la Seguridad Social difícilmente bajará de los 10.000 millones en 2014. Una cantidad que no permitirá que se cumplan las expectativas de los barones del PP y que hace temblar a los Gobiernos autonómicos, donde ha sentado mal que Montoro haya primado el futuro de las pensiones frente a intereses electorales.
