El Gobierno de Venezuela debe casi 3.000 millones a 24 aerolíneas de todo el mundo. Entre ellas se encuentra la española Iberia. La Administración venezolana tiene una deuda de 200 millones de euros contraída con la empresa que preside Luis Gallego, que opera cinco vuelos semanales a Caracas. Actualmente, la aerolínea y el Gobierno de Nicolás Maduro están negociando un posible acuerdo para cobrar este pasivo. Si el pacto no llega a producirse, Iberia podría tomar la decisión de no volver a volar a Caracas. Ante esta determinación, Maduro, lejos de intentar templar ánimos advierte que si alguna aerolínea decide dejar de volar al país, no le permitirá volver a hacerlo mientras él sea presidente. En tal caso Iberia sólo tendría que esperar a que se agote la paciencia de los venezolanos, que está al límite.