El PP no quiere sustos en los comicios europeos. Por ello, su estrategia para la campaña electoral, como suele ser habitual, va a estar centrada en vanagloriar las habilidades de los populares como buenos gestores económicos. El Ejecutivo utilizará el último Consejo de Ministros de abril, donde revisará las previsiones de crecimiento, para dar el pistoletazo de salida de la carrera a Europa. De hecho, podría incluso aventurarse a hacer dos grandes anuncios económicos para ratificar su gestión. Proclamará la creación de 60.000 empleos netos hasta final de año y un crecimiento del PIB del 1,5% al cierre de 2014. Dos previsiones que son un arma de doble filo, ya que aunque ahora ayuden al PP en las elecciones europeas, si no se cumplen, podrían perjudicarle en los comicios de 2015.