La aerolínea de bajo coste pierde el primer puesto en el negocio aéreo español, que ahora ocupa Vueling. Las malas prácticas de Ryanair y su política agresiva con los clientes han pasado factura al gigante irlandés.
La aerolínea de bajo coste pierde el primer puesto en el negocio aéreo español, que ahora ocupa Vueling. Las malas prácticas de Ryanair y su política agresiva con los clientes han pasado factura al gigante irlandés.