La rentabilidad de los depósitos españoles, que ahora se sitúa en una media del 1,4%, sigue siendo muy elevada en relación con la que ofrecen las entidades europeas. Hay otros factores que también indican que esta situación va a ir a más. Se espera una nueva bajada de tipos, aunque no sea inminente, por parte del BCE. Además, las letras del Tesoro, la alternativa habitual a los depósitos, ya están en el 0,6%. Todo indica que los ahorradores más conservadores -el 45,9% del ahorro a largo plazo está en depósitos- van a tener que asumir un cambio de costumbres con algo más de riesgo y con productos que ofrezcan mayor rentabilidad, porque la tendencia de los depósitos es claramente acercarse a cero.