La multinacional estadounidense abandonará en unos meses la planta que tiene en Madrid de su filial Crucell, comprada hace tres años, y pone fin a la fabricación de vacunas. La decisión deja en la calle a 90 trabajadores.
La multinacional estadounidense abandonará en unos meses la planta que tiene en Madrid de su filial Crucell, comprada hace tres años, y pone fin a la fabricación de vacunas. La decisión deja en la calle a 90 trabajadores.