Opinión

España no está preparada para crear empleo con salarios dignos y mantener un Estado del bienestar sostenible

El Estado del Bienestar actual está tan obsoleto como desequilibrado y por eso eso hay que reinventarlo, ya muchas prestaciones y servicios derivados del mismo no llegan al destino adecuado. Los ciudadanos gozan cada vez de menor protección social por parte del Estado en un momento en el que la crisis ha aumentado las necesidades asistenciales de las familias españolas.

Los recortes en sanidad y educación, por ejemplo, han coincidido en el tiempo con una fuerte subida de impuestos que no se ha visto acompañada de un recorte del gasto público-político improductivo. Es por ello que el Estado del Bienestar español está descompensado y mal distribuido. ¿Dónde se tienen que invertir los ingresos procedentes de los impuestos? ¿En educación, sanidad, dependencia y gasto social en general o en mantener la estructura no funcional de la Administración?

Y nuestro sistema fiscal, ¿es el adecuado para generar empleo, mantener salarios dignos y configurar un Estado del Bienestar sostenible? En un informe titulado "¿Quién soporta los impuestos sobre el trabajo y las cotizaciones sociales?", desarrollado por José Manuel González Páramo, profesor del IESE, se estima que, como promedio, un aumento del 1% en los impuestos reduce los sueldos en un 0,66%. Los trabajadores soportan, por tanto, más de dos tercios de la carga impositiva. Y en base a ello se puede generalizar que la vinculación entre altos impuestos y reducción de salarios afecta negativamente a la oferta laboral y desincentiva la creación de empleo.

Según el citado estudio, hay dos factores que influyen en el efecto (casi siempre negativo) que causan los impuestos (altos) sobre la creación de empleo y los sueldos: el modelo económico y el sistema fiscal de una nación. Al respecto, y aplicando este análisis a nuestro país, tendríamos que hacernos las siguientes preguntas:

1. ¿Se encuentra intervenida nuestra economía por el poder político y por ello la libertad económica y la seguridad jurídica brillan por su ausencia?

2. ¿Le sobra innovación, tecnología o conocimiento a la industria española para que pueda conformar un modelo productivo de alto valor?

Los impuestos sobre el trabajo, que podrían calificarse como confiscatorios, están destruyendo la economía productiva para sostener un sector público ineficiente. A España hay que darle la vuelta de arriba abajo. De cualquier otra forma, no saldremos del agujero negro en el que, según afirma acertadamente Niño Becerra, nos encontramos.

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