Mientras que los intereses de los accionistas de la empresa penden de un hilo, la compañía ha exigido a los bonistas una quita sobre su deuda, que se eleva a 988 millones. Es la única vía que le queda para intentar salir del bache.
Mientras que los intereses de los accionistas de la empresa penden de un hilo, la compañía ha exigido a los bonistas una quita sobre su deuda, que se eleva a 988 millones. Es la única vía que le queda para intentar salir del bache.