Durante este 2013, que pasará a la historia, se han roto la gran mayoría de las resistencias épicas.
2013 rubrica un año épico, comparable sólo en su importancia técnica al punto de inflexión de marzo de 2009, cuando se encontró el suelo de un mercado lateral -me refiero al mercado norteamericano, que es el patrón de este barco- sólo comparable al que se vivió durante varios lustros antes de que eclosionara el gran bull market de los años 80 y 90 del pasado siglo.
Durante este año, que pasará a la historia feliz de la renta variable, se ha roto la gran mayoría de esas resistencias que en su momento llamé épicas; y esa es una gran noticia porque supone dejar atrás los últimos bastiones de ese mercado bajista al que hay quien sigue aferrado, esperando otra gran corrección que una vez más quiero decir que difícilmente sucederá. Podremos tener correcciones, incluso fuertes correcciones, pero todo lo que ha ido sucediendo este año da por bueno, definitivamente, al suelo secular que propuse en 2009 con mi "C de Barack", contraviniendo lo que era en aquel momento un férreo consenso bajista por parte de los analistas técnicos. Por tanto, es altamente improbable ver correcciones al estilo de las vistas durante la primera década del siglo XX. Podrán ser en algún momento intensas, como en el verano de 2011 o la primera parte de 2012, pero saldremos de los malos tiempos con más facilidad, lo que haría fácil el trabajo chartista.
El gran sentimiento alcista reinante desde hace algunas semanas debiera ser un problema en algún momento de 2014, derivando en algún tipo de alto en el camino de cierta importancia. Por ello, me parece razonable tener menos exposición hoy que la que le sugerí para empezar 2013; cuando me mostré muy esperanzado este ejercicio que ya cerramos. Con todo, espero que vaya dejando de serlo a medida que, de la mano de una corrección o un lateral, se modere una convicción compradora que estos días ha permitido a la media de diez sesiones del ratio put/call alcanzar los extremos que desde hace semanas presentan las encuestas de sentimiento. Mis mejores deseos para 2014.
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