El mercado sigue mereciendo un largo descanso lateral o una corrección temporal de las que pican.
Septiembre suele ser un gran mes para la renta variable. Claro, que no siempre se llega tras un rally como el acumulado esta vez. La gente que gusta de las pautas estacionales -no soy un fan, pero no me cierro a nada- debería tenerlo siempre presente. Diciembre va hacia el lugar donde pocos lo esperaban mientras se frotaban las manos pensando en culminar el pastel con otra guinda más.
Esta semana, la tribuna podría ser prácticamente una copia de la que escribí la pasada. Las sensaciones negativas que planteó el EuroStoxx 50 en gráfico semanal pese a la milagrosa recuperación que llegaba de la mano de un nuevo descenso del desempleo norteamericano, se han incrementado. Lo han hecho en Europa, donde la versión total return del índice se dejó la que podía ser la base de su canal alcista de corto/medio plazo, tal y como puede verse en el segundo de los gráficos adjuntos. Pero sobre todo lo ha hecho en Estados Unidos, donde la lateralidad desplegada en el que es techo de canal alcista en varios índices parece poder derivar en señal bajista para trading en tendencia. Una señal que se produciría en circunstancias de las que ya he hablado y que ya nos invitaron a abrir coberturas en las referencias europeas hace más de un mes, tras la potente vuelta en un día desplegada en zona de resistencia creciente que vivieron los índices a rebufo del Banco Central Europeo y con el final de la estimulante política monetaria norteamericana como la eterna excusa perfecta desde hace meses.
En zona de resistencias crecientes, de gran envergadura en Europa, y en un clima de optimismo desbocado que sigue aumentando en Wall Street semana tras semana a la luz de las encuestas -sí, también lo hizo esta vez y el spread entre alcistas y bajistas de la encuesta de Investors Intelligence supera el 43 por ciento-, el mercado sigue mereciendo un largo descanso lateral o una corrección relevante de esas que luego normalmente no son nada pero que pueden picar mientras suceden tal y como ya está quedando claro en Europa. Ojo con los rebotes.
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