Se dice que el Gobierno está preocupado por las informaciones y la línea editorial del Grupo Prisa y La Sexta. Se considera que las críticas desde que salió a la luz el caso Bárcenas, minan la imagen del Ejecutivo. Por ello, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro ha decidido implicarse en este problema para intentar rebajar el desgaste electoral. En los últimos meses, Montoro ha mantenido contactos con responsables de estos grupos mediáticos, que además atraviesan apuros económicos, para ofrecerles algún tipo de ayuda como, por ejemplo, permitirles el aplazamiento de la deuda contraída con Hacienda y la Seguridad Social, a cambio de que se moderen. Una forma de neutralizar las críticas aprovechando la vulnerabilidad económica de los medios. Está por ver qué prima más: la independencia o el peso de las deudas.