En principio, el mercado europeo parece querer regresar a los altos del año. Ahí, la resistencia es fuerte.
La semana pasada afirmaba que lo visto en agosto es preocupante, pero que no cogía por sorpresa desde un punto de vista técnico. Como me gusta decir, no se puede subir cada día, ni cada semana... ni cada mes. Cerraba mi tribuna afirmando que por el momento los alcistas siguen empujando y que un septiembre complicado pasaba por la ruptura de los mínimos marcados en la corrección. Algunas plazas europeas los pusieron a prueba pese a una primera jornada semanal que, aprovechando el festivo norteamericano y unas menores tensiones en Siria (ejem, ejem...), fue tan esperanzado como el cierre; donde el dato de desempleo norteamericano respaldó a los alcistas.
Técnicamente hablando, y de forma general aunque con el Footsei-Mib italiano aún sin marcar máximos crecientes a muy corto plazo, lo visto en Europa durante la semana es positivo. En el Ibex 35 ha caído la directriz bajista de corto plazo y, con ello, se confirma la idea de que el movimiento bajista previo es una corrección en dos impulsos del 38,2 por ciento -zona que propone la teoría de onda de Elliott en su aplicación de la serie de Fibonacci- del movimiento alcista desplegado previamente. Esto es algo absolutamente lógico y normal en tendencia, y concuerda completamente con lo que propone el EuroStoxx 50. Con ello se ha reforzado lo hecho previamente el Nasdaq 100, que sigue siendo adalid de los alcistas, al cerrar el segundo de los huecos que configuran una isla potencialmente bajista.
En principio, esta colección de argumentos invita a pensar en una continuidad del rebote europeo hasta, al menos, la zona de altos anuales. Las resistencias ahí son fuertes. En Estados Unidos podría verse un proceso de divergencias en el que el Nasdaq 100 siga al frente y marque máximos pese a que el Dow Jones Industrial, especialmente éste, se encuentra claramente alejado de su zona de altos anuales y fuerte resistencia épica.
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