LES ECHOS (FRANCIA)
Concebidas en 2000 para bajar el desempleo, las leyes Aubry desatan pasiones incluso cuando, en realidad, los asalariados franceses trabajan una media de 39,5 horas semanales, según el Instituto de Estadísitica francés. Después de diez años, la derecha se agita a menudo por luchas intestinas en torno a la supresión de las 35 horas. En 2008, Sarkozy escogió una vía distinta: "Siempre habrá una misma duración semanal", que será de 35 horas. "En contraposición, lo que deseo es que se remuevan todos los cerrojos que impiden trabajar a los franceses". Y en las presidenciales de 2012, el actual ministro socialista del Interior se distinguió por pedir el "desbloqueo de las 35 horas".