El presidente de Extremadura ha remodelado su gabinete de Presidencia, de suerte que ahora albergará casi una veintena de puestos de confianza. José Antonio Monago ha explicado que las nuevas demarcaciones obedecen, en su mayor parte, a una reorganización, y no a una expansión del aparato gubernativo. Desde luego, cabe preguntarse por la idoneidad de dicha medida cuando es imperativo el ahorro -y al tiempo que se exige paciencia a la ciudadanía-. Monago habría hecho mejor en aprovechar el reajuste para reducir el tamaño de su Administración, máxime en un área ni mucho menos esencial.