Opinión

El Gobierno, acorralado ante el fantasma del rescate financiero

El presidente de Gobierno, Mariano Rajoy. Foto: Archivo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está viviendo sus días más difíciles desde que llegó al poder en diciembre. "La situación financiera es realmente alarmante y están siendo horas límite, muy complicadas". Esta percepción es reconocida en privado por varios dirigentes populares en una semana en la que el fantasma sobre un posible rescate financiero ha vuelto a emerger tras la nacionalización de Bankia. Bruselas abre la puerta a que el fondo de rescate recapitalice directamente la banca pero Alemania vuelve a oponerse.

En público, el Gobierno intenta hacer piña para defender la solvencia del sector financiero y del país, aunque el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se desmarcó el lunes al reconocer que no se descarta el temido rescate a los bancos. Sin embargo, la preocupación del Gobierno es más que evidente también de puertas para fuera cuando, en apenas 24 horas, Rajoy y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, han salido a escena para reclamar a Europa medidas rápidas para aliviar a nuestro país.

El lunes, el jefe del Ejecutivo ofrecía su primera rueda de prensa en España en solitario para descartar un rescate bancario por parte de Europa, intentar tranquilizar a los mercados y, al mismo tiempo, para pedir a la Unión Europea que dé "una apuesta clara, contundente, enérgica y que disipe las dudas sobre el euro". Mensaje entre líneas al Banco Central Europeo.

Fuentes de Moncloa insisten en que, a partir de ahí, su declaración es la que cuenta, la que, de acuerdo con la estrategia de comunicación, deberían realizar de ahora en adelante y al unísono todos los miembros del Gobierno. "Hay pocas especulaciones que hacer", aseguran.

Precisamente, ayer la número dos del Ejecutivo insistía en declaraciones a Reuters en que Europa "debe actuar rápidamente con medidas que saquen a España de la crisis de deuda en la que está porque se pone en riesgo el futuro de la moneda común". "Nos gustaría que la decisión se tomara lo antes posible, con agilidad", advirtió Sáenz de Santamaría consciente de la gravedad.

"Si la UE no refuerza la zona euro con algún tipo de mecanismo, no se trata de quién abandona el euro, se trata de la UE en sí. ¿Qué es la UE sin el euro?", apuntó la vicepresidenta para insistir en que estamos hablado "del futuro del euro".

El Gobierno pasa la patata caliente a Europa porque insiste en vender una y otra vez que su compromiso con la consolidación fiscal y con el programa de reformas es firme y se está cumpliendo. Sin embargo, teniendo en cuenta la excepcionalidad de la situación, admiten que "habrá respuesta a la actualidad" y no descartan que este mismo viernes pueda reaccionar con medidas adicionales en el Consejo de Ministros si la semana continúa en máxima alerta. Los acontecimientos obligan a reaccionar, pero no hay mucho margen, admiten.

En este punto, respaldar a las comunidades a través de un mecanismo por el que el Estado avale la financiación de las autonomías -lo que ha venido en denominarse hispabonos- podría ser una de las actuaciones inminentes teniendo en cuenta que las comunidades son el otro gran foco de las dudas fuera de nuestras fronteras.

España no puede rescatarse

Precisamente, Rajoy descartó en Génova también la quiebra de cualquier entidad financiera y de cualquier comunidad autónoma porque, dijo, "si no, cae el país". En Moncloa insisten en que "ningún tipo de rescate de España se ha contemplado nunca".

Ahora bien, recuerdan acto seguido que el propio presidente del Gobierno ya aseguró en una entrevista el 7 de mayo que el rescate no estaba "ni cerca ni lejos porque España no se puede rescatar", en referencia a su tamaño. De esta forma, Moncloa asume que el acoso a nuestro país ha puesto al Gobierno en una situación límite en un contexto económico en el que la prima sigue disparada por encima de los 500 puntos básicos y la bolsa volvió a cerrar ayer con una caída superior al 2%, en mínimos anuales, lo que la devuelve a los niveles de 2003.

Entretanto la situación política con el PSOE se medirá mañana mismo en el Congreso de los Diputados cuando se vote el segundo decreto financiero que el PP y los socialistas negociarán hasta el final. El portavoz popular, Alfonso Alonso, reconoció que la reunión en Moncloa del pasado viernes ha abierto "un nuevo espacio de diálogo con el PSOE", pero esta mejor sintonía aún deben llevarla a la práctica.

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