El momento es crucial para la economía española, y por ello nada puede salir mal en la próxima cumbre del BCE que se celebrará en Barcelona el próximo 3 de mayo. Tal es el mensaje que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría parece haber transmitido a las autoridades y fuerzas de seguridad catalanas. En Moncloa, el acontecimiento se considera estratégico, tanto por el prestigio de los asistentes como por la cobertura internacional de prensa. El objetivo, evitar cualquier altercado como los que se produjeron en la reunión de jefes de Estado de 2002 en la Ciudad Condal. El despliegue incluye un efectivo de más de 6.000 agentes entre policías, guardias civiles y mossos d'esquadra... Parece que España se convertirá, si bien por unos días, en el refugio de Europa.