VALEURS ACTUELLES (FRANCIA)
La expresión annus horribilis puede describir al 2011. Hemos pasado por dos crisis duras, la desconfianza respecto a la eurozona y el ingreso en la recesión. Y los responsables de todo ello han sido nuestros dirigentes. El primer ejemplo lo constituye la tragicomedia protagonizada por la calificación de la triple AAA de Francia.
La historia ha terminado mal, nuestros aprendices de mago nos llevaron, aunque les pese, de la desconfianza a una mayor desconfianza. El segundo ejemplo lo representa la sucesión de cumbre europeas y su fracaso constante respecto al objetivo inmediato de romper el círculo vicioso de esa misma desconfianza. París demanda solidaridad y promete disciplina para el futuro.
Berlín, a la inversa. Para evitar el bloqueo, se plasma un compromiso tras otro. Al final, la desconfianza crece y se instala la recesión.
