
Es muy probable que las portadas de todos los periódicos de hoy sólo hablen de la prima de riesgo de España. Es un error: el problema esta vez es europeo. Italia ya debe pagar lo mismo que nosotros por endeudarse, Bélgica ha entrado en el club de los periféricos y hasta Francia empieza a asustarse.
La prima de riesgo de España e Italia se ha disparado hasta niveles que no tienen demasiado sentido: actualmente es más caro un seguro de impago de deuda española que uno para Dubai, Egipto, Vietnam o El Líbano. Absurdo.
¿Qué es entonces lo que no marcha? Europa debe funcionar como una unidad en la que la política fiscal sea muy similar en cada país y en la que exista solidaridad en forma de eurobonos.
Para ello, se deben producir dos procesos: El primero es una convergencia clara de los países periféricos hacia una economía sostenible, lo que implica llevar a cabo reformas estructurales de calado y atacar el déficit. En España es necesaria una reforma laboral seria (incluyendo la abolición de los convenios colectivos), una consolidación del sector financiero y una revisión del Estado autonómico.
El segundo es que Alemania se de cuenta de que su fortaleza se debe a Europa: el gigante germano está exportando a toda máquina gracias a que vende en euros, pero se calcula que en caso de salir de la zona euro el marco se apreciaría un 50 por ciento hundiendo a las compañías exportadoras. Además, sus empresas se están endeudando con unos tipos de interés que tampoco les corresponden.
En el supuesto de una ruptura de la UE, Alemania se encontraría con una economía industrial sobredimensionada por un proceso que no es opuesto al que propició un sector residencial sobredimensionado en España. Alemania debe permitir los eurobonos y exigir una política fiscal común.
Italia y España con problemas a corto plazo
Sin embargo, tanto Italia como España tienen problemas de liderazgo en el corto plazo. Aquí no tenemos una cabeza visible que pueda tomar decisiones a corto plazo, no hay apoyo de la oposición, quedan muchas reformas pendientes, y aunque vayamos a celebrar elecciones dentro de cuatro meses, el nuevo Gobierno no podrá tomar decisiones hasta principios de enero de 2011. En Italia tienen elecciones a la vuelta de verano y el rumor de que el ministro de Economía va a dimitir.
No tenemos tiempo, el mercado nos está llevando a una situación probablemente injusta, pero la forma de combatirlo es demostrarle que se está equivocando. Es necesario un acuerdo entre las grandes fuerzas políticas para llevar a cabo ciertas reformas estructurales de manera inmediata. Si no acatamos en el corto plazo, nos podemos encontrar con una situación irreparable. Y no será porque no nos han avisado? Como siempre me dice un amigo cordobés, las guerras siempre nos pillan de smoking.
Ignacio Dolz de Espejo. Director de inversiones en N+1 SYZ y profesor de Social Responsible Investment en el IE Business School.