Ayer debutó Bankia, el SIP de Caja Madrid y Bancaja. Cerró en plano, mientras que los titanes de nuestra banca repuntaban más de un 4 por ciento.
Pero la operación tiene mucho más de simbólico y de éxito que lo que pueda medirse por esa vía. Se trata de una integración de cajas, en proceso de recomposición, con handicaps bien distintos a los de otros bancos.
Lo importante no es, al final, si sube o baja en un día, sino que ha conseguido colocar 3.100 millones, en medio de una "tormenta perfecta", como la calificó su presidente. Una cantidad más que suficiente para reforzar su capital frente a los 1.800 millones que necesitaba.
Para ver que la apuesta era estratégica, no hay más que echar un vistazo a su capital, que ha reunido a las principales fortunas de España y a buena parte de las grandes empresas.