Las letras ya rinden más que la mayoría de los depósitos españoles a 12 meses. En la subasta de ayer, el papel a un año se colocó a una media del 3,7 por ciento, el nivel más alto desde 2008.
El Tesoro supera así la prueba de esfuerzo que suponía la emisión de ayer, lo que supuso que el mercado diera tregua a la deuda española: el rendimiento de los títulos a 10 años se relajó del 6,31 al 6,09 por ciento. Un nivel, no obstante, disparatado, si tenemos en cuenta que en el 7 por ciento España estará en la cuerda floja.
Si terminamos el ejercicio con la deuda rondando el 70 por ciento del PIB, no vamos a poder pagarla. Ya hemos visto antes las letras en el entorno del 4 por ciento, pero había menos deuda. Ahora hay que cortar esta deriva o España llegará al punto de no retorno.