HOSPODÁRSKÉ NOV. (REP. CHECA)
De nuevo, una reunión extraordinaria. ¿La reacción de los griegos? También ha sido como se esperaba: los empleados de las empresas estatales están de huelga contra las privatizaciones previstas.
Los problemas de Grecia no han cambiado en nada desde enero de 2010, ni siquiera por los miles de millones de la eurozona. En cambio, para los miles de millones sí: ya no hay esperanza de que se devuelva el dinero de los contribuyentes europeos.
Grecia hace promesas, pero no las mantiene. El déficit crece, la calificación cae. Europa es en la actualidad impotente; Grecia va a acabar en bancarrota. La cuestión ya no es si, sino cuándo (y cuánto costará).
Hasta entonces, sin embargo, seguro que seguirá habiendo reuniones y huelgas con la misma frecuencia.
