La entrega de la vivienda a cambio de cancelar la deuda hipotecaria se ha convertido en una reivindicación desde que se emitió la sentencia de Navarra.
Sin embargo, la dación en pago no satisface las demandas de quienes no pueden afrontar su hipoteca, pues la ley no permite los efectos retroactivos sobre los contratos.
Lo que hace falta es encontrar alternativas, como la mejora de las subastas en las ejecuciones para que no queden desiertas; o evitar que haya que pagar toda la hipoteca por el impago de una mensualidad; o poner techo a los intereses moratorios, que hacen imposible abonar la deuda tras un periodo sin hacerlo.
Además, la dación encarecería la vivienda. Al haber menos garantías, el riesgo elevaría el interés y dificultaría las titulizaciones con las que los bancos financian el proceso.