El SIP de Banca Cívica, formado por las cajas de Navarra, Burgos, Canarias y Cajasol, planea canjear sus preferentes por acciones en el salto a bolsa. Se trata de un atajo para lograr una base de inversores.
Y esto significa que deberá valorar esas preferentes, que suelen tener menos atractivo al carecer de liquidez, a la hora de hacer el intercambio. Por ello, resulta esencial que la CNMV vigile con especial cuidado la protección al minoritario.
Además, debe asegurar que se dé una cuota de institucionales suficiente para lograr la estabilidad. Con el escaso tamaño de Banca Cívica, el SIP lo va a tener difícil. Baraja dos fechas para la colocación: el 10 de julio o el 11 de octubre. Goñi quiere acelerar el proceso.
Sin embargo, eso implicaría salir con más descuento. Y tampoco evitará coincidir con otras colocaciones en marcha.