Opinión

Europa necesita un 'plan B' para salir de la crisis

THE WASHINGTON POST (EEUU)

Los planes de Europa para rescatar a Grecia no funcionan. Hace un año, la UE reunió una batería de medidas por valor de 160.000 millones de dólares, un tercio lo aportó el FMI.

La idea era ayudar a Grecia a afrontar los plazos de su deuda nacional, mientras ésta hacía recortes presupuestarios y otras reformas estructurales. Grecia usa el euro, por lo que no puede ganar competitividad a golpe de devaluación. Atenas no ha satisfecho sus objetivos de reducción del déficit y requerirá más de 80.000 millones de dólares para llegar a 2014.

Los inversores demuestran que el mercado apuesta por la reestructuración. Teniendo cuenta que Irlanda y Portugal se enfrentan a problemas similares y que los principales bancos de Europa están expuestos a la deuda de los tres, está claro que los esfuerzos de Europa no han bastado para disipar el fantasma de una crisis económica generalizada.

Pero altos funcionarios del continente niegan necesitar una reestructuración, que obligaría a las entidades bancarias a asumir pérdidas - cubiertas por el contribuyente, al menos en parte-. Los líderes germanos y galos tienen que solucionar este problema. Deben admitir que Grecia y países similares son insolventes; han de organizar planes negociados de reestructuración de la deuda, respaldados por toda la fe y el crédito de las economías más fuertes del continente incluso por el FMI. El marco no tiene que ser complejo por fuerza.

Un modelo es el llamado Plan Brady. Los bancos cambian sus viejos títulos a precio rebajado por unos nuevos colateralizados por una bolsa de valores de deuda pública estadounidense en manos de la Fed. Asumen una pérdida, pero se compensa por la amortización de nuevos créditos más pequeños y nuevos. La alta calificación de la deuda nueva permite que los bancos dejen de necesitar aportes a sus cuentas, y los países en mora tienen el desahogo de la deuda por valor de las decenas de miles de millones que solían utilizar para financiar el crecimiento.

Claro, los países que participaron del Plan podían devaluar sus divisas, pero Grecia, Irlanda y los demás no van a poder si siguen en el Euro. Una solución de corte Brady para Europa tiene por fuerza que tener una salida ordenada del euro de las economías más débiles.

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