No se puede decir que no tuviera todo el sentido del mundo una corrección de la renta variable. La zona de resistencia a corto plazo del mercado norteamericano, sobre todo tras el decisivo paso atrás que daba el Dow Jones Transportes en la última sesión de la semana pasada, no parecía fácilmente superable sin una corrección bajista a muy corto plazo.
Sin embargo, las cosas no han transcurrido exactamente como yo lo hubiera esperado. Han sido días especialmente duros para la periferia europea pese a las sensaciones más que positivas que dejaron los gráficos de sus principales índices en la semana anterior. Pendientes de lo que decidan en el norte de Europa, Portugal se ha venido abajo hasta su soporte clave, España ha reculado hasta su soporte intermedio, e Italia acompañó a los índices ibéricos aunque aún a cierta distancia de su primer soporte incluso pese a lo mucho de bancos que hay en su índice. Que ahí está el problema.
Los bancos pesaron con decisión en el comportamiento del mercado. Sin embargo hay cierta esperanza sobre la zona de soporte de los 170 puntos del EuroStoxx Bancario. Incluso si ese nivel cayera podría no haber serios apuros si no se vienen también abajo los 195 del Stoxx 600 Bancario, donde se incluyen entidades europeas que están fuera del área euro.
La clave del proceso de fondo, obviamente, sigue estando en Wall Street. Y como le comentaba más arriba, allí no parece preocupante la situación pese al lógico retroceso semanal que tuvieron algunos índices en zona de fuerte resistencia -que, por cierto, comparten con la renta fija a niveles del 3,6 por ciento en el 10 años norteamericano, tras su recuperación violenta de la mano de lo que acontecía en las bolsas-. El retroceso ni fue general ni dejó al mercado en zona de mínimos de la semana; recuperándose éste del susto sobre la zona que ofrecía un primer soporte serio considerando la recuperación de las semanas previas: el 2.290 puntos del Nasdaq 100. Sólo su clara pérdida pondría de nuevo en jaque a los toros.
El Dow Jones cede el 0 3%
