La Junta Electoral Provincial de Castellón zanjó ayer la polémica por la ocurrencia del presidente de la Diputación, Carlos Fabra, de inaugurar un aeropuerto sin permisos de vuelo y dedicarlo durante mes y medio -justo, la precampaña electoral- a visitas organizadas para "caminar por las pistas de aterrizaje".
Ayer, empezaron las excursiones, con más periodistas que público. Pero a las pocas horas, la Junta Electoral las prohibió por entender que son una forma de difusión de los logros políticos. Fabra se enfadó. ¿Qué esperaba?