El director de Tesorería de la Seguridad Social ha anunciado que intenta colocarse el primero de los acreedores en la carrera que puede desatarse por los embargos a Nueva Rumasa, lo que podría dar el pistoletazo de salida a las reclamaciones sobre la compañía de los Ruiz Mateos.
El cabeza de familia ha enviado una carta a los medios en la que afirma que aún se le deben 18.000 millones y que ha defendido en todo momento el empleo... incluso cuando no es posible.
La idea paternalista de mantener a los trabajadores constituye una actitud elogiosa. Pero no es la forma en que se dirige un grupo que compite en un marco global.
Cuando hay deuda, los mercados saludan los ajustes como una forma de asegurar la viabilidad de las empresas. Nueva Rumasa puede pagarlo caro otra vez.