Esta semana han tenido lugar dos acontecimientos que me han llevado a reflexionar detenida y profundamente. El primero es el aniversario de la Marcha de la Sal de Gandhi.
El Mahatma estaba más que convencido de que la India necesitaba independizarse de la explotación colonial a que la sometía el Reino Unido y, tras años de darle vueltas, decidió que el arma económica sería esencial para alcanzar la ansiada meta. Fue así como inició la Marcha de la Sal.
A pie, fue recorriendo la India hasta llegar al mar y sacar de allí la sal directamente en lugar de comprarla a los británicos.
La soñada independencia tardó años en producirse, pero desde aquella famosa marcha el dominio británico quedó irremisiblemente tocado. Esta semana, además, Artur Mas se dignó venir a Madrid para perpetrar el enésimo acto de saqueo del nacionalismo catalán.
Con un Zapatero bien dispuesto, Mas le ha sacado casi 800 millones de las infraestructuras que le niegan al resto de España; la posibilidad de endeudar más al Govern con un derroche que pagamos los demás, e incluso la promesa de un nuevo sistema fiscal que significará nuestra quiebra ineludible. A esto únanse otras prebendas, como que sigamos inyectando dinero en las cajas catalanas, en su mayoría quebradas, o que nuestros impuestos vayan a mantener ruinosos aeropuertos catalanes.
En otras palabras, el protectorado que el nacionalismo catalán disfruta sobre el resto de España ha dado una nueva vuelta de tuerca. Pues bien, yo estoy hasta el pelo de soportar que me vacíe los bolsillos una casta que se gasta el dinero de todos en corruptos, en informes sobre la concha brillante, en comprar lanzas a los indios por un millón de euros; en abrir fantasmagóricas embajadas en el extranjero o en políticas imperialistas en Aragón, Baleares y Valencia.
Precisamente por ello, y para ayudar a la causa de la independencia de España del durísimo yugo del nacionalismo catalán, desde esta semana no compraré ni una sola libra de sal producida en Cataluña.
Porque o nos independizamos del nacionalismo catalán, o acabaremos todos en taparrabos como los indios.
César Vidal. Historiador y director del programa La Noche de Es.Radio.