El desempleo sigue creciendo, aunque a ritmos menos intensos que en la fasemás aguda de la crisis, lo que suena a una cierta tendencia a la estabilización.
No se palpan los efectos buscados por la minirreforma laboral, algo que se puede comprobar perfectamente en el dato de noviembre.
El pasado mes se añadieron 24.318 parados más a los servicios públicos de empleo, siendo llamativa la abultada caída de la afiliación a la Seguridad Social, en nada menos que 53.440 inscritos.
Con una campaña de Navidad a la vuelta de la esquina, este mal registro remarca la gravedad del problema laboral y las deficientes expectativas sobre la actividad.
La economía española no crece al ritmo necesario para crear empleo y las medidas laborales no han invertido la tendencia de alza del paro.