
Jornada de muy distinto perfil a uno y otro lado del Atlántico, con fallo en zona de resistencia en el caso europeo en una semana que recuerda en casi todo a la de primeros de agosto.
Es la tercera vez -según qué índice tomase podría decir que es la cuarta-, en dieciséis años de profesional del análisis técnico, que tengo que enfrentarme a un movimiento lateral de alto rango y larga duración. Tendemos a sobreponderar las sensaciones de nuestro presente, por esomuchos colegas piensan que están enfrentándose al mercado más frustrante de toda su carrera. No tengo claro que sea así, pero puedo entenderlos porque lo siento en mi piel. De hecho no hay que irse muy lejos en el tiempo para encontrarse con 2007, que fue básicamente un año de mercado lateral preludio de un 2008 terrible para el mercado. Algo parecido sucedió en el año 2003, sólo que aquello fue la obertura de una sinfonía gloriosa.
Lo que tenemos entre manos ahora no tiene porqué ser el principio de nada parecido, pero sí debería ser un tiempo de meditación tras el que surgirá un movimiento de mercado fuerte y direccional del que gozarán los que hayan trabajado para encontrar la salida en cada intento del mercado de resolver el lateral. Un lateral que se alarga y que por tanto debería estar cada vez más cerca de resolverse para una segunda fase de recuperación notable en relación con el proceso nacido en 2009, o para la justa purga del mercado tras éste. Mi apuesta, como sabe, ha venido siendo la de que resulta más probable lo primero que lo segundo. Sin descartar nada y pensando en lo impensable, como es marca de la casa.
¿Como a principios de agosto?
Ésa es la pregunta que nos hacemos en Bolságora tras lo acontecido el viernes en la renta variable. Pues recuerda y mucho lo acontecido esta semana a lo que pasaba en los primeros días de agosto; cuando, con el S&P 500 en los 1.130 puntos, Europa atacó zona clave, en los 2.800 puntos del EuroStoxx 50, para fracasar ante ella. Lo anunció entonces con un cierre de hueco de apertura semanal, como esta semana, circunstancia de la que hemos estado haciendo continua referencia desde Ecotrader en elEconomista.es durante toda la semana dada las potenciales implicaciones de la pérdida del soporte.
La forma que tomó la perforación del soporte, con una tremenda vuelta en un día, es la que habría soñado cualquier bajista. Sucede esto en la directriz bajista de corto-medio plazo de índices como el EuroStoxx 50 y el Ibex 35, y tras un intento de superación de la misma de la mano demuchos días de consolidación lateral. Mientras, en Estados Unidos, aparentemente no sucede nada preocupante sino todo lo contrario atendiendo al subidón semanal delNasdaq 100; si bien no se superaron los 1.130 puntos del Standard & Poor´s 500.
No es ni más ni menos que lo que pasó en los primeros días de agosto, cuando Europa atacó y falló en zona de resistencia clave al cierre semanal por una vuelta atrás que no mostró Wall Street hasta la semana siguiente. De hecho el varapalo posterior fue tremendo y nos llevó del tirón a atacar por segunda vez la que parece una directriz alcista clave en esta historia como puede verse en el tercero de los gráficos superiores.
Todo esto supone un fallo en zona de resistencia clave para Europa una vez más. Esperable en el más corto plazo tras un alza en 5 microondas de Elliott; es también esta circunstancia que nos hace esperar una corrección pero no un hundimiento como el de septiembre. Al menos mientras los bonos no empiecen a subir de nuevo como locos.
Del lado positivo el comportamiento del Nikkei 225, que agradecía la intervención del Banco de Japón para frenar la apreciación del yen; aunque no superó el nivel de los 86 frente al dólar norteamericano, circunstancia que ponía entre las claves para el mercado la semana pasada. Es el billete verde de hecho el que pone una nota de esperanza para los alcistas al superarse el 1,292 frente al euro, reestructurándose sobre directriz alcista en un patrón que podría parecerse mucho al que está dejado el S&P 500. Los 1,292 son los 1.130 puntos. Superar esa zona de resistencia sería francamente esperanzador para el mercado de renta variable, y parece la única circunstancia capaz de evitar una recaída de las bolsas europeas desde zona clave al estilo de lo que sucediera en agosto. Si los alcistas pierden su oportunidad, la pelota estará de nuevo en el tejado de los bajistas y serán ellos los que tendrán una oportunidad para cerrar esta lateralidad que dura casi un año.