Opinión

Joaquín Leguina: Blanco y en botella

Una encuesta casera, cuyos resultados valen menos que un duro sevillano, fue la única apoyatura de José Luis Rodríguez Zapatero -según aseguran los promotores de la idea- para intentar desplazar a Tomás Gómez a favor de Trinidad Jiménez, quien, sólo la víspera, se quejaba del "sacrificio" que ahora se le pedía. "Mi presencia en las instituciones madrileñas es el pasado", había declarado poco antes. Unas elecciones -y más si son tan complicadas para el PSOE como las madrileñas- no se ganan con una par de fotos y un proyecto al que se moteja de "ilusionante", sino con trabajo e ideas inteligibles y contundentes, que es lo que ha venido haciendo Tomás Gómez desde el día en que logró la Secretaría general del PSM.

"La movida" contra Gómez ("es el candidato de la derecha", han dicho los de "arriba") se retrata con sólo conocer su currículum: hijo de emigrantes, una brillante carrera académica en Económicas y actual profesor. En el campo político, fue alcalde desde 1999 en una ciudad tan difícil como Parla (140.000 habitantes), donde ha sido ratificado por los parleños en las urnas con unos resultados envi- diables. Sabiendo que hoy los sondeos -incluido el de un medio "amigo"- dan a Aguirre la mayoría absoluta ante cualquier candidato socialista y conociendo también los fiascos sucesivos de la Brigada Paracaidista, con la propia Trinidad primero y con Miguel Sebastián después, cabe preguntarse: ¿por qué se ha metido Zapatero en este embrollo? Probablemente, porque Blanco le ha convencido de la bondad de la operación.

En efecto, la clave del enigma hay que buscarla en los proyectos personales de José Blanco, quien no creo que aspire a ser el "uno del Gobierno" pero sí que desea ser el secretario general del PSOE y para eso hay que controlar los poderes territoriales y Gómez se ha negado siempre a ser el valet de chambre del actual ministro de Fomento. Por eso Gómez se ha convertido en la primera esfera de marfil a la que es preciso golpear para conseguir la carambola.

Joaquín Leguina, estadístico.

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