Insólita segunda jornada del Debate del Estado de la Nación. El líder de la oposición no pisó el Congreso suscitando razonables críticas a su actitud injustificada. Su atronadora ausencia coincidió con una deriva más del presidente, que barajó como alternativa al retraso de la jubilación a los 67 años su sustitución por una subida drástica de las cotizaciones que él mismo desaconseja
Los problemas de insostenibilidad del sistema de pensiones no pueden paliarse por esa vía, atenazante para el crecimiento y la creación de empleo. Quien saca pecho por una reforma laboral descafeinada no puede siquiera barajar una medida contraria a lo que precisan las empresas españolas, que es la bajada de cotizaciones. Si esta es la forma de convencer sobre la edad del retiro, se la pudo ahorrar.
