Los ministros de Finanzas de la UE le piden más a España. El ajuste para 2011 debe llegar no al 1 por ciento, sino al 1,75 del PIB, y la austeridad adicional ha de implicar a las comunidades autónomas. El Ecofin recordó ayer a España el mandato de reconducir el déficit al 3 por ciento antes de 2013 desde el 11,2 con que cerró 2009, para lo que se precisarán -indica- medidas adicionales, así como para reducir la proporción de deuda sobre PIB. Se pone de nuevo de manifiesto que el Gobierno central ha gastado con desacierto y ha actuado tarde aprobando finalmente un doloroso ajuste, por tardío, que se torna insuficiente para retomar los estándares presupuestarios que exige Europa.
Amén de no haber embridado a las autonomías en consonancia con la gravedad de la coyuntura, habida cuenta de que las cuentas regionales son precisamente las responsables de importantes fugas de dinero público, debido a megalomanías, duplicidades, indebidos controles e inconsistencias. Hoy Zapatero se enfrenta a su Debate sobre el Estado de la Nación más difícil y no se prevé que anuncie ningún recorte ni ninguna medida extra para reducir el déficit público. Pero Bruselas pisa los talones y los mercados acechan cualquier movimiento.
Todo queda en manos de los Presupuestos de 2011, indica la titular de Economía, tanto para el Estado como para las autonomías. Pero éstos, los Presupuestos, están sometidos al tradicional cambalache político. Satisfacer las exigencias de la UE se vuelve cada vez más complicado para un Gobierno que olvidó que al final los números siempre cantan.