Opinión

Nani Beccalli-Falco: Innovación para renovar Europa

El acuerdo alcanzado hace unas semanas por el Ecofin para favorecer la estabilidad monetaria es, sin duda, uno de los pasos más importantes dados por la Unión Europea desde la fundación del Mercado Común y un claro indicador de que una mayor cohesión en toda la UE es la única opción para que ésta desarrolle todo su potencial como fuerza política y económica mundial. Todos tenemos que ser conscientes de que una mayor adhesión es algo que interesa a los ciudadanos y Estados miembros a largo plazo, incluso si esto implica realizar sacrificios a corto. Ya es hora de eliminar las barreras que nos alejan de este objetivo.

La globalización, desde años atrás, y la crisis, ahora, han provocado un cambio en el orden económico que representa tanto una oportunidad como un reto para la UE. Para competir y mantener su posición como gran potencia económica, Europa necesita ser más innovadora y responder a las condiciones cambiantes del mercado. En este sentido, la innovación puede ser el catalizador para la renovación económica de Europa, por lo que es decisivo establecer un entorno que promueva, incentive y premie esta materia tanto en el sector público como en el privado.

La estrategia Europa 2020 pone énfasis en la innovación. Sin embargo, aún está por ver cómo se plasmará en políticas y condiciones que permitan a la Comisión cumplir su objetivo de "convertir a la UE en una economía inteligente, sostenible e integradora que disfrute de altos niveles de empleo, de productividad y de cohesión social".

Por ejemplo, la innovación es ahora más que nunca un imperativo económico, social y medioambiental para alcanzar el objetivo de la UE de convertir a Europa en un líder en materia de reducción de emisiones a nivel mundial. La competitividad económica de Europa depende de ello, y además será este objetivo el que impulse la recuperación. Si se cumpliera la meta de contar con un 20 por ciento de energías renovables para 2020 podrían crearse unos 410.000 puestos de trabajo adicionales, mientras que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30 por ciento, objetivo planteado por la Comisión, podría crear 1,1 millones de puestos de trabajo más en un periodo de 10 años.

El coste económico de reducir las emisiones en un 20 por ciento para 2020 ha disminuido unos 22.000 millones de euros al año frente a lo que se calculaba en 2008, año en que se acordó la legislación para alcanzar este objetivo. Ha llegado el momento de que la UE y los Estados miembros lideren de forma efectiva la agenda de reducción de emisiones de carbono. La clave para ello será la innovación -reitero-, la certeza regulatoria y una reorientación de los mecanismos de financiación. Así por ejemplo, la inversión de 340 millones de euros en proyectos de energía eólica marina y la creación de hasta 2.000 nuevos puestos de trabajo por parte de GE han sido posibles por la seguridad creada en el entorno y por las políticas nacionales favorecedoras.

Las empresas y economías que inviertan en innovación hoy saldrán de esta recesión muy bien posicionadas para el crecimiento. Éste es el motivo por el cual en GE hemos aumentado nuestra inversión en I+D de nuevas tecnologías en los dos últimos años de la crisis en lugar de reducirla: destinamos más de 4.000 millones de euros al año a esta materia. Colectivamente, el sector privado y el público han de trabajar juntos para ir más allá de una visión cortoplacista de la inversión y centrarse en los objetivos y ventajas a largo plazo usando la innovación y la mejor tecnología disponible. La opción es clara: innovar o estancarse.

Por otra parte, un posible acuerdo de bienes y servicios medioambientales y la liberalización del comercio verde pueden impulsar el crecimiento en el sector de las energías renovables. Un acuerdo para el libre comercio de productos y servicios ecológicos sería un paso significativo que podrían dar los gobiernos a corto plazo para cerrar la brecha entre la dependencia actual de los combustibles fósiles y un futuro basado en renovables y otras energías limpias. La eliminación de los aranceles excesivos serviría también para fomentar el crecimiento y materializar el gran potencial de este sector.

Nani Beccalli-Falco, presidente y consejero delegado de GE International.

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