El consejero de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, se ha permitido amenazar a Caja Burgos con destituir al consejo de administración si se une a una entidad que no sea de la comunidad autónoma. Y ante esta advertencia, los directivos de la caja burgalesa han aplazado su fusión fría con las de Navarra y Canarias. ¿Los cortijos no eran para Andalucía? Esta osadía es fruto del talante que exhibe el Banco de España, que apoya a Caja Burgos en sus planes fuera de Castilla y León, pero le falta el pulso para tomar medidas. ¿Cómo se acaba con esta insubordinación que está lastrando el reajuste del sector financiero? Pues con una actuación decidida del Banco de España. Si interviniese un par de entidades, se acabaron los gallitos regionales como el señor Villanueva.
