
La 'encerrona' de Alberto Garzón en Ucrania
En apenas dos días, Unidas Podemos se ha visto obligado a modular su posición sobre Ucrania para no arriesgarse a una ruptura con el Gobierno, ni con su propia líder, Yolanda Díaz. Pese a las soflamas de un Pablo Iglesias que está más interesado en promocionar su podcast que en pacificar la aguas, la formación morada ha acabado rindiéndose a la realidad. Ahora busca una salida para no ser acusada de defender tesis "pro Putin", pero sin desdecir a Ione Belarra. Dicha solución pasa por presentar su posición como 'moderada', frente a otros aún más radicales. ¿Y quiénes serían esos radicales? Izquierda Unida. Pero aunque los comunistas, y más sus juventudes, son especialmente beligerantes con la OTAN, en su posición sobre Ucrania han marcado distancias con Vladimir Putin. Su secretario general, Alberto Garzón está alineado plenamente con Díaz, e incluso advirtió del error que cometía Belarra, algo que a ella no le sentó nada bien. Así que Podemos ha activado su maquinaria para reescribir los hechos en contra del también titular de Consumo. A su favor está que hablamos del ministro más cuestionado del Gobierno y que su presencia es incómoda también para el proyecto de Díaz. Pero pesan más los elementos de vendetta personal. "Ione se ha cansado de sus ansias de protagonismo y de sus lealtades cruzadas", avisan en Unidas Podemos.
JxC quiere convertir a Trías en su Biden
La decisión de Elsa Artadi de abandonar la portavocía de JxC para enfocarse en su candidatura a la alcaldía de Barcelona no significa que cuente con el apoyo unánime del partido. De hecho, empieza a sonar otro nombre como posible candidato: Xavier Trías. Que la cosa va más allá de la mera especulación lo demuestra que ya se empieza a hablar del exalcalde como poco menos que el Joe Biden barcelonés, frente a una Ada Colau desgastada por su populismo, igual que Donald Trump. El relato es atractivo, pero tiene un fallo: Colau es alcaldesa hoy por derrotar a Trías.
El PP de Feijóo se quedará en Génova
Aunque Alberto Núñez Feijóo se presenta como el conciliador entre las familias del PP, cada vez está más claro que harátabula rasa de la etapa de Pablo Casado. Como muestra, su PP descarta llevar a cabo la anunciada mudanza de la sede de la calle Génova de Madrid. El político gallego considera que el anunció fue una sobrerreación a la presión mediática, pero no tiene razón de ser. "Las paredes no deciden los votos", comentan desde su entorno.