La toma de la mayoría del capital de Sareb por el Frob requiere de la venta de parte de sus títulos al amplio elenco de bancos y aseguradoras propietarios del banco malo.
Con ello, los actuales inversores tendrán la oportunidad de salir de una compañía con patrimonio negativo y sin expectativas de ofrecer rentabilidad alguna. Pero además, el hecho de desprenderse de la participación permitirá a algunos accionistas deducirse hasta 775 millones. Es cierto que la medida solo beneficia a aquellos con aportaciones menores a 20 millones. El resto (la banca) tendrá que permanecer en Sareb hasta 2027 para maximizar el ahorro fiscal. La nacionalización, por tanto, solo permitirá a la banca amortiguar el impacto de unas aportaciones que alcanzaron los 2.600 millones.