
La paradoja de Garzón y la 'ludopatía' de género
Alberto Garzón vuelve a prender la mecha de la polémica. Pero esta vez no ha sido por pisar un nuevo charco, sino más bien por lo contrario: por no hacer ni decir absolutamente nada en un asunto que cae directamente en sus competencias. Resulta que estos días ha trascendido la licitación de una campaña de Loterías y Apuestas del Estado para fomentar las quinielas entre mujeres "sin distinción de hábitat y estatus cultural o social". Consumo, no lo olvidemos, es el máximo responsable en la regulación de la publicidad de las apuestas, y ha abanderado la lucha contra la ludopatía en un frente total contra el sector. "Contra el sector privado, más bien", matizan las empresas, que destacan los importantes ingresos que Hacienda logra con el juego que patrocina. Pero no son los únicos que hablan del asunto. En ámbitos políticos recuerdan cómo Garzón no duda en esgrimir la perspectiva de género en cuestiones de todo tipo, juguetes incluidos, aunque sea un tema de competencias de Igualdad. Y no hablemos ya del consumo de la carne. "De lo que nunca le oímos hablar es de los precios de la luz", señalan desde la propia coalición de Gobierno, donde le comparan con sus homólogos de otros países, como Alemania, que han convertido la tarifa eléctrica en clave de su gestión. "Y ahí sí se coordinan con el resto", apuntan.
Las productoras ya no se fían de Netflix
Tras el éxito de series como La Casa de Papel, Netflix confía cada vez más en el audiovisual español para nutrir su catálogo. Pero las productoras se han encontrado con un problema: la plataforma no les facilita los datos de audiencia de sus programas. La lectura que se hace de esta práctica es clara: "Nos quieren quitar capacidad para negociar". En el sector explican que a la hora de sentarse para hablar, por ejemplo, de una nueva temporada, esta información es crítica para poder hacer demandas en los precio. Sobre todo en un momento en el que cada vez más competidores de la plataforma Netflix le recibirían con los brazos abiertos.
Puigdemont 'borra' su currículum en Bruselas
Carles Puigdemont cumple dos años con el acta de eurodiputado sin haberse molestado en colgar su currículum en la web del Parlamento Europeo. Es un caso extraño, pero no único: su compañero de fuga, Toni Comín, tampoco parece poder explicar a qué se dedicaba antes de llegar a Bruselas. "El mejor ejemplo de la mezcla de pereza y desfachatez con la que ejercen", comentan los parlamentarios españoles.