El 53% de los empleos creados bajo el impacto de la pandemia corresponden al sector público. El Gobierno lo achaca al refuerzo del personal sanitario y educativo, que aporta 145.000 de los 229.000 nuevos empleos públicos.
Aun así, resulta muy preocupante la desproporción de este incremento respecto al registrado en el sector privado, mucho más voluminoso en términos de afiliación pero que sólo sumó 200.000 trabajadores. El desequilibrio muestra la incompleta recuperación de nuestro mercado laboral y las dificultades que sufren las empresas frente a las administraciones para crear empleo. Unos problemas que irán a más por la nueva reforma laboral del Gobierno, lo que impedirá que se recorte la brecha entre lo público y lo privado.