
La elevada edad de los funcionarios españoles es un problema del que ya ha advertido incluso la OCDE. Ahora, los propios trabajadores públicos alertan de que la próxima oleada de jubilaciones hará casi imposible el control del reparto y ejecución de los fondos europeos que, hoy por hoy, sólo llegan al 2% de las empresas.
Pero recordemos que esto se produce después de que el Estado lanzara la mayor oferta de empleo público de la historia, en un año en el que el sector público ha liderado el aumento de la afiliación. La única explicación es que este gasto público no se ha diseñado pensando en la tarea de modernizar y hacer más productiva a la propia Administración, ni siquiera en funciones que resultan críticas para la recuperación.